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El ciclo de estudio para aprender realmente



Estudiar mejor, no más duro

¿Alguna vez ha sentido que sus hábitos de estudio simplemente no son suficientes? ¿Se pregunta qué podría estar haciendo para desempeñarse mejor en clase y en los exámenes? Muchos estudiantes se dan cuenta de que sus hábitos de estudio en la escuela secundaria no son muy efectivos en la universidad. Esto es comprensible, ya que la universidad es bastante diferente a la escuela secundaria. Los profesores están menos involucrados personalmente, las clases son más grandes, los exámenes valen más, la lectura es más intensa y las clases son mucho más rigurosas. Eso no significa que haya algo malo contigo; solo significa que necesita aprender algunas habilidades de estudio más efectivas. Afortunadamente, existen muchas estrategias de estudio activas y efectivas que han demostrado ser efectivas en las clases universitarias.


Este folleto ofrece varios consejos sobre cómo estudiar eficazmente. La implementación de estos consejos en su rutina de estudio regular lo ayudará a aprender de manera eficiente y efectiva el material del curso. Experimente con ellos y encuentre algunos que funcionen para usted.


Leer no es estudiar

Simplemente leer y releer textos o notas no implica participar activamente en el material. Es simplemente volver a leer tus notas. Solo "hacer" las lecturas para la clase no es estudiar. Simplemente está leyendo para la clase. Releer conduce a un olvido rápido.


Piense en la lectura como una parte importante del estudio previo, pero el aprendizaje de la información requiere participar activamente en el material (Edwards, 2014). La participación activa es el proceso de construcción de significado a partir del texto que implica hacer conexiones con conferencias, formar ejemplos y regular su propio aprendizaje (Davis, 2007). El estudio activo no significa resaltar o subrayar el texto, releer o memorizar de memoria. Aunque estas actividades pueden ayudarlo a mantenerse involucrado en la tarea, no se consideran técnicas de estudio activo y están débilmente relacionadas con un mejor aprendizaje (Mackenzie, 1994).


Las ideas para el estudio activo incluyen:


Crea una guía de estudio por tema. Formular preguntas y problemas y escribir respuestas completas. Crea tu propio cuestionario.

Vuelvete un maestro. Di la información en voz alta con tus propias palabras como si fueras el instructor y enseñaras los conceptos a una clase.

Obtenga ejemplos que se relacionen con sus propias experiencias.

Cree mapas conceptuales o diagramas que expliquen el material.

Desarrollar símbolos que representen conceptos.

Para las clases no técnicas (por ejemplo, inglés, historia, psicología), descubra las grandes ideas para poder explicarlas, contrastarlas y reevaluarlas.

Para las clases técnicas, resuelva los problemas y explique los pasos y por qué funcionan.

Estudie en términos de pregunta, evidencia y conclusión: ¿Cuál es la pregunta planteada por el instructor / autor? ¿Cuál es la evidencia que presentan? Cual es la conclusion?

La organización y la planificación lo ayudarán a estudiar activamente para sus cursos. Cuando estudie para un examen, organice sus materiales primero y luego comience su revisión activa por tema (Newport, 2007). A menudo, los profesores proporcionan subtemas en los programas de estudios. Úselos como guía para ayudar a organizar sus materiales. Por ejemplo, reúna todos los materiales para un tema (por ejemplo, notas de PowerPoint, notas de libros de texto, artículos, tareas, etc.) y póngalos juntos en una pila. Etiquete cada pila con el tema y estudie por temas.


Para obtener más información sobre el principio detrás del estudio activo, consulte nuestra hoja de consejos sobre metacognición .


Comprender el ciclo de estudio

El ciclo de estudio , desarrollado por Frank Christ, desglosa las diferentes partes del estudio: vista previa, asistencia a clase, revisión, estudio y verificación de su comprensión. Aunque cada paso puede parecer obvio a simple vista, con demasiada frecuencia los estudiantes intentan tomar atajos y pierden oportunidades para un buen aprendizaje. Por ejemplo, puede saltarse una lectura antes de la clase porque el profesor cubre el mismo material en clase; al hacerlo, se pierde una oportunidad clave para aprender en diferentes modos (leer y escuchar) y beneficiarse de la repetición y la práctica distribuida (ver el n. ° 3 a continuación) que obtendrá tanto de la lectura anticipada como de la asistencia a clase. Comprender la importancia de todas las etapas de este ciclo lo ayudará a asegurarse de no perder oportunidades de aprender de manera efectiva.